“El término “nomofobia” es el miedo irracional a
salir de casa sin su teléfono móvil. Proviene de una abreviatura de la
expresión inglesa "no-mobile-phone phobia", dicho por los expertos,
la enfermedad del siglo XXI”.
Parapente en Cocorná-Antioquia- Colombia |
Según
estadísticas de estudios recientes, se habla que el 80% de los viajeros no
podría salir de su casa sin su Smartphone o sin su Tablet. Que levante la mano,
¿quién es capaz de dejar el móvil en casa y perder su avión por regresar por
él? ¿Quién se ha quedado en el hotel hasta que cargue la batería de su móvil? Y
sobre todo: ¿quién se ha bajado del avión y se ha aguantado sin revisar sus
llamadas o mensajes perdidos?
Para
viajero o usuario “movilizado” el móvil, por esencia se ha convertido en parte
de su identidad, no ya sólo digital, como los perfiles en las redes sociales,
sino que define su forma de ser, sus estados de ánimo, sus conversaciones cara
a cara y sus decisiones de compra.
Este comportamiento del
que ya sin duda todos padecemos, no hace reflexionar en ¿quién es nuestro
cliente actual?
Vista al mar desde el Hotel Regatta Cartagena |
Ha ganado en
Independencia, se ha vuelto más exigente, más crítico, e, incluso, por qué no,
más desleal e infiel a las marcas o proveedores a los que podría haber estado
ligado anteriormente.
El usuario movilizado es
un gran buscador, está hiperconectado, es impaciente y quiere soluciones
rápidas. Lo importante es el contenido
al que puede acceder y que responde a una necesidad de ocio, entretenimiento,
servicio, o intención de compra.
“Nos gusta compartir y,
por qué no, sentirnos importantes”. Algo tan experiencial como pasar una noche
en un hotel con encanto, cenar en un restaurante o visitar una ciudad puede dar
argumentos al usuario para completar su timeline social a través del móvil. No
sólo para compartirlo en ese momento a través de un tweet, sino para compartir
la experiencia y ser consumida en cualquier otro momento por otros usuarios.
Pero no sólo vive de
información, sino también de servicios de comunicación y de relaciones con su
entorno más cercano o la comunidad social.
El viajero necesita
acceder a lo que demanda pero también contarlo, pues de alguna manera se ha
convertido en un ser un tanto “exhibicionista”, en un “prosumer” que consume
contenidos y genera otros para ser consumidos por su círculo de contactos.
También
nos hace reflexionar, ¿debemos orientar la estrategia de mercadeo hacia los
dispositivos móviles?
El mundo de los
dispositivos móviles está revolucionando el panorama tecnológico con cifras
difíciles de ignorar. Con previsiones como las de Garnet, que en su último
estudio aseguró que en 2013 las ventas de teléfonos inteligentes superarán los
mil millones de unidades mundiales, es difícil omitir este mercado.
Así lo ha confirmado una
encuesta reciente de la Asociación de Marketing Móvil que asegura que la mayor
parte de profesionales de marketing encuestados (84.62%) pretende incrementar
su inversión en marketing móvil durante 2013.
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